Como si nada hubiera pasado.

Una vez que salís de toda esa mierda, es cuándo te vas dando cuenta la pesadilla que viviste. En mi caso, padecí las terapias de conversión en mi adolescencia. Mi prioridad fue no herir a mis familiares y no avergonzar a mi padre y mi madre.

Las terapias sólo me hicieron creer que vivir en una mentira estaba bien. Tuve novia y tuve amantes gays y también heterosexuales. Encuentros clandestinos, en baños públicos, sin protección, sintiéndome vacío y asociando mi sentimiento con un castigo por ser quien era. Y hacer lo que hacía.

La muerte de mi padre me hundió en una gran crisis y creo que eso me hizo replantearme cosas. También la muerte de mi padre hizo que en mi familia empecemos a hablar cosas que no hablamos antes.

Aún hoy me cuesta tener relaciones de pareja y vivo con culpa sentirme bien. No podes actuar cómo si nada hubiera pasado, me dijo un novio fugaz que tuve.

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